Un yoga para cada estado de ánimo


¿Esta tarde tienes una clase de yoga restaurativo pero hoy te apetece desfogar? Haz una de rocket y verás lo que es bueno.

¿Tienes una clase de ashtanga pero quieres dejarte de chaturangas y trabajar la mente a otro nivel? Medita o métete a una clase de yin.

Pocas disciplinas pueden presumir de tener tan variada gama de estilos. En yoga tienes tantas formas distintas de practicar que la oferta resulta casi abrumadora. Hatha, ashtanga, vinyasa flow, kundalini, nidra, bikram, dharma, yin, restaurativo y un largo etcétera. Por no mencionar los novedosos y aberrantes nuevos estilos en los que se intenta alcanzar la conexión cuerpo y mente mientras se bebe cerveza o se juega con cabras.

Al margen de la legitimidad de estos estilos nuevos, es importante resaltar que una de las ventajas de que exista un yoga para cada gusto es que no tenemos que aferrarnos a un estilo solo, sino que podemos elegir y practicar según nuestro humor y nuestras circunstancias.


Se podría decir que las distinciones entre unos y otros se basan principalmente en el dinamismo de los movimientos, la duración de las posturas, la respiración, y en enfoque más o menos espiritual. Existen tipos de yoga dinámicos como ashtanga o vinyasa flow en el que aguantamos posturas por poco tiempo y que vamos enlazando a través de movimientos dinámicos sincronizados con la respiración. Este tipo de práctica fomenta el ejercicio cardiovascular y hace que sudemos y nos ejercitemos.

Otros estilos son más lentos y aguantamos las posturas durante más tiempo, lo cual no quiere decir que sean más fáciles, simplemente menos vigorosos. Mantener la postura durante largo rato supone ejercitar la mente y poner a prueba nuestra paciencia y nuestra capacidad de mantener la calma. Hay, incluso, tipos de yoga aún más tranquilos. El yoga nidra es el único estilo de yoga donde se nos permite dormir en savasana. Es el yoga del sueño, pero no es un sueño normal. No se trata de dormir tirado en el sofá en forma de asterisco.  Se trata de acceder al sueño previa inducción a un estado profundo de relajación en la postura del cadáver (savasana).


Volviendo a las nuevas corrientes, hay que tener en cuenta que para la mayor parte de las personas que están descubriendo esta disciplina en los últimos años, el yoga ha aparecido en sus vidas a través de las redes sociales. Postear fotos y videos practicando yoga es cada vez más popular y, aunque no es la mejor manera de aprender, sí es cierto que está siendo una de las formas de acercar el yoga a más gente.

Por eso el yogagram (yoga en Instagram) casi podría ser otro estilo más. ¿Alguna vez te has pasado tanto tiempo mirando fotos de yoga en Instagram que hasta te has creído que tú también habías practicado hoy? A veces la pereza de practicar nos puede y sustituimos la práctica real por un rato con yogagram. Y otras veces, nos llena de energía y motivación, nos hace saltar del sofá y practicar usando consejos y técnicas nuevas (¡verifica antes tus fuentes!).


Cuando te levantes cada mañana, identifica cuál es tu humor hoy y dale a tu cuerpo el yoga que necesita. Haz un yoga más fuerte o más suave, no importa, pero métete en la esterilla.
¿Te ha gustado el post? ¡Comparte!

Copyright · Todos los derechos reservados

 

Comparte esta entrada:

¡Entra en myjunglemat.com y usa el código YOGUINEANDO para obtener un 10% de descuento!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

La responsable de tus datos será Julia Arteaga Aguilar, y serán enviados a los servidores de Raiola Networks para poder responder tu comentario. Deberás entender que esta información es pública, y los datos que coloques en este formulario los leerá cualquier visitante de este sitio web. Conservaré esta información por el tiempo que dure esta entrada del blog o que tú decidas eliminar el comentario. Puedes ejercer tus derechos de acceder, rectificar y suprimir los datos, así como otros derechos, como se explica en la política de privacidad.

Entradas relacionadas