Cómo evitar lesiones según el estilo de yoga
La práctica de yoga es maravillosa, ya lo sabemos. No hay nada que nos guste hacer más. Nos sienta como un guante.
Salimos fuertes, flexibles, descansados y dispuestos a comernos el mundo. Ni nuestro compañero de trabajo machacón, ni el cargo de la hipoteca y la amenaza de la inflación puede enturbiar nuestra paz mental. Sin embargo, una lesión en nuestro cuerpo sería una tragedia. Nos alejaría de la esterilla y entonces el mundo volvería a ser hostil, como lo era antes de que conociéramos esta maravillosa disciplina.
¿Cómo evito lesiones según el estilo de yoga que practique? ¡Aquí tienes las claves!
1- Estilos dinámicos
En los estilos dinámicos de yoga (vinyasa flow, ashtanga, power, rocket, etc) el peligro estriba en que la rapidez de los movimientos no siempre nos permite estar presentes el momento. Más que nada, porque el momento actual, en menos de una respiración, ya se ha ido a la siguiente postura.
Hasta que no te haces un experto en estos estilos o sabes el movimiento que se acerca, el riesgo de hacer un movimiento en falso, fuerza de más, activar de menos, etc, es muy grande. Por lo que mi consejo es iniciarte en el yoga con estilos más tranquilitos para conocer las bases del yoga, formarte sobre las posturas y secuencias más usadas en estos estilos (por ejemplo, a través de mi escuela online con el ciclo “Yoga desde 0” con clases sencillas para principiantes) y después adentrarte en el mundo de los yogas frenéticos, que también tienen su encanto.
2- Estilos estáticos
Los estilos de yoga en los que pasamos mucho tiempo en una misma postura tienen el peligro de dañar algunas partes del cuerpo que quedaron demasiado estiradas al salir de las posturas. Especialmente en yin o en estilos terapéuticos.
Debemos evitar salir de las posturas de forma brusca.
Por otro lado, la duración de las posturas es importante. Como cuando te quedas dormido en la playa que te despiertas hecho un cuatro, si tienes esa sensación en yoga, probablemente mantuviste la postura durante demasiado tiempo.
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Ser constante es imprescindible para recibir los beneficios de la práctica del yoga. Sin embargo, las lesiones son un alto en el camino que interrumpen nuestro progreso e, incluso, nos hacen retroceder.
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3- Secuencias fijas
En estilos de yoga con ashtanga o sivansanda donde se practican las posturas y secuencias desde que te inicias durante todos los días de tu vida, además de poder ser una trampa de aburrimiento mortal (o una oportunidad para trabajar la disciplina, según como se mire), pueden suponer un riesgo para tu cuerpo.
El motivo es que si no hemos sido meticulosos con la alineación y la técnica, es decir, si no realizamos correctamente las posturas, al repetirlas constantemente podemos estar creándonos una lesión sin darnos cuenta.
Por tanto, si practicas un estilo con secuencias predeterminadas, asegúrate de no realizarlas al tuntún, aprende bien sus fundamentos y realízalas con consciencia.
En definitiva
A la hora de elegir un estilo de yoga lo más importante es tener en cuenta la rapidez de los movimientos, la duración de las posturas y la cantidad de repeticiones que hacemos de las mismas secuencias.
Por ello, para evitar lesiones independientemente del estilo que practiques, es imprescindible moverte conscientemente, con cuidado y afinar la técnica de cada postura todo lo que te sea posible.
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