Los yoguis y yoguinis en España nos quejamos con frecuencia de que, aunque ahora el yoga está de moda, sigue sin tener una aceptación plena en nuestro país. Todavía escuchamos miles de tópicos acerca del yoga (“eso es una secta” o “hay que ser muy flexible”). Gente que se escuda en excusas para no probarlo . Como consecuencia, la oferta de yoga en nuestro país es pobre y escasa.

Por ello, los estudios de yoga se ven obligados a tener horarios reducidos y a impartir clases de estilos de yoga “general” u ofrecer prácticas muy básicas para dar la oportunidad a gente principiante a iniciarse en el mundillo. Sin embargo, para los veteranos en esta disciplina, resulta frustrante no poder avanzar en grupo o tener la oportunidad de probar otros estilos sin tener que salir de nuestro país.
En estudios de ciudades grandes como Madrid y Barcelona, me he encontrado que pocos centros ofrecen algo más allá del Hatha y Ashtanga. Incluso, muchas veces, ante la gran ignorancia sobre yoga del mercado al que se ofrecen, se ven obligados a anunciar los estilos que se imparten como yoga físico o yoga mental, puesto que si un novato ve clases de “Jivamukti yoga” o “Anusara yoga” piensa que va a recibir una clase de yoga en japonés, cuanto menos.
Estas son las principales razones por las que el año pasado decidí mudarme a Londres. Estuve viviendo allí nueve meses y trabajé en un estudio de yoga durante 6 de ellos. Fue la experiencia más enriquecedora de mi vida. Aunque me quedaron muchos sitios por ir, clases por probar y profesores por descubrir, hay algo que me quedó claro: España está muy atrás en cuanto a yoga respecto al resto de Europa.
Esto es lo que encontré y aprendí sobre yoga en Londres:

Estilos
En Londres hay tantísimos estilos de yoga que aún pocos días antes de volver a España me descubrieron uno del que jamás había oído hablar. Ni siquiera sabían explicarme en qué se caracterizaba y es que se puede hablar de yoga, pero no lo entiendes hasta que no lo pruebas.
Aparte de los míticos Hatha, Ashtanga, Mysore o Vinyasa Flow puedes encontrar clases de Rocket, Dharma, Quantum, Forrest, Yin, Yogasana, Anusara, Nidra, Acro, Yin-Yang, Power, Restaurativo, Iyengar, Scaravelli, Kundalini, Kriya, Qigong, para embarazadas, para niños y meditación, entre otros. Y todo eso a diferentes temperaturas: normal, warm (templado), hot (36 grados) o Bikram (42 grados) y en todos los niveles: principiante, intermedio, avanzado o abierto a todos.
Estudios
Por supuesto, en Londres hay estudios de yoga a patadas y abren uno nuevo casi cada día. Encuentras de todo, pero sólo unos pocos sobreviven a lo que ellos llaman “crisis”.
Sin duda, mi favorito es Yotopia, donde estuve trabajando y del que haré un post específico más adelante. Está situado en Covent Garden y además de ofrecer muchos de los estilos que he nombrado más arriba, tienen una plantilla de recepción y profesores envidiable. Hacen que Londres ya no te parezca esa ciudad enorme e impersonal. Cuando comienzas a ir a clase en Yotopia entras a formar parte de una comunidad de yoguis tan acogedora y encantadora que no te quieres marchar nunca.
Cuenta con profesores de renombre con una larga experiencia de yoga a sus espaldas. Un estudio totalmente equipado con duchas, toallas, esterillas, accesorios y dos salas para las clases (una templado y otra caliente) para que lo único que necesites para practicar sea tu cuerpo y tu voluntad.
Otro gran estudio es Indaba. Está algo más apartado pero sigue siendo céntrico. Lo que más caracteriza a este estudio son sus workshops. Indaba nos sorprende siempre trayendo profesores internacionales, no sólo los típicos Instayoguis con millones de seguidores, sino también eminencias como el maestro Dharma Mittra, entre otros. Este estudio hace que el “yoga de élite” esté algo más cerca del “yogui de a pie”.
Por último, el estudio más famoso pero no necesariamente el mejor es Triyoga. Tiene varios centros repartidos por Londres: Soho, Camden, Chelsea y Covent Garden. Este último es prácticamente inexistente ya que se imparten unas pocas clases a la semana. El de Chelsea es amplio y diáfano. El centro de Soho, sin embargo, deja muchísimo que desear. Se encuentra dentro de un centro comercial muy bonito pero el local es viejo y destartalado.
Por último, el de Camden es precioso, con una decoración en madera que te da la sensación de estar duchándote en una cabaña. Y las cuatro habitaciones para las clases son espaciosas y están completamente equipadas. Triyoga tiene clases de absolutamente todos los estilos y prácticamente a todas horas. No obstante, el servicio, al ser un gran estudio es más frío e impersonal.
Horarios y precios
Una de las mayores ventajas que ofrece Londres en yoga es su flexibilidad de horarios y formas de membresía.
La clase suelta de yoga en Londres (el llamado drop in) suelen ser £16. No obstante, siempre tienes opciones más ventajosas como bonos de 5, 10 ó 20 clases cuyos precios varían muchísimo según el estudio al que vayas. Lo mejor, sobre todo si vives allí o vas de visita por un tiempo prolongado, es coger la Introductory Offer que suelen tener la mayoría de los estudios y que te ofrecen clases ilimitadas por un periodo de tiempo más o menos largo (entre 2 semanas y un mes) por un precio casi español (entre £30 y £45).
Por supuesto, también hay clases de yoga gratuitas en Londres. Muchos estudios ofrecen lo que se llama Community Classes donde puedes tomar la clase sin pagar o dando un pequeño donativo destinado a ONGs. Otra opción es levantarte temprano para coger sitio en las tiendas de Lululemon para las clases gratuitas de los domingos.
Muchos estudios ofrecen Karma Yoga, que no es más que dar la oportunidad a sus estudiantes de prestar ayuda en los estudios a cambio de clases de yoga. Una buena opción para aquellos con tiempo y sin dinero.
Por otro lado, no encontrarás el horario y sistema de pago de clases de yoga que se da en España. No existe eso de elegir entre ir a clase los lunes y miércoles o los martes y jueves. O aquello de escoger entre una o dos clases por semana. Tú eliges cuando ir y pagas las clases que tomas. Tu mayor indecisión es si convertirte en miembro ilimitado del estudio de turno o coger un pack de clases que puedes gastar a tu antojo. Pero tú eres la única persona que decide cuánto comprometerse con su práctica.
El horario de los estudios de yoga en Londres es amplísimo. Abren a las 6.30 de la mañana como tarde y cierran a las 21.30. Tienen clases de lunes a domingo y sólo un par de días en Navidad los encontrarás cerrados. Incluso en Semana Santa o en días festivos abren, aunque su oferta sea menor.
Formación de profesores de yoga
¿Te gustaría hacer la formación de profesora de yoga y no sabes dónde? ¡Ya somos dos! Cuando me mudé pensé que si Londres era la ciudad europea con más oferta en yoga, también sería la mejor para formarse como profesora. No estaba del todo en lo cierto…
En Londres tienes infinitas posibilidades en este aspecto. Decenas de estudios ofrecen sus formaciones, tienes diferentes modalidades y precios aunque por lo general casi todos son de 200 horas comprimidas en un mes (les gusta mucho el fast learning, lo que entra en contradicción con la filosofía del yoga). Además, tienes que dejarte los ahorros que comenzaste a apartar desde la primera comunión, eso cuando no te ves obligado a pedir un préstamo. Y no estoy de broma. En Londres hay más profesores de yoga que estudiantes y muchos de ellos lo ven como una inversión (como debería de ser) sin darse cuenta de que no hay clases para tanto profesor. Y por ello, los estudios más famosos tienen los mejores, ya que suelen pedir un mínimo de 3 años de enseñanza continuada.
¿Precios? Muchos, el más caro que he visto valía £5000 y el más barato que encontré £2000, lo que al cambio hace que te eches aún más a temblar. Son precios que, en algunos casos, puedes regatear aunque no es lo habitual.
Eventos
A finales de octubre suelen celebrar el famoso Om Yoga Show que el año pasado se celebró en Alexandra Palace, una nave enorme situada en lo alto de una colina donde se pueden apreciar unas vistas increíbles de la ciudad.
Se trata de una feria de 3 días donde pagas una entrada dependiendo de los días que asistas y tienes derecho a visitar los stands y a asistir a algunas clases. Los profesores más famosos cobran aparte, pero si no deseas pagar ese precio, siempre puedes observar la clase desde fuera.
Hay miles de stands donde tiendas de ropa y accesorios de yoga, estudios, agencias de viajes de retiros y centros de formación de profesores proporcionan información al visitante.
También había otro apartado bastante grande dedicado a la espiritualidad, que personalmente no encontré nada atractivo pero que tenía su público.
Esta feria se celebra tres veces al año en diferentes ciudades de Reino Unido: Londres, Manchester y Glasgow. Para más información visita la web y no te lo pierdas este año.
A parte de esta feria, encontrarás siempre eventos de diferente escala a lo largo de todo el año como Yoga for Syria que se celebró el pasado abril. Solo tienes que estar atento a las redes sociales y siempre encontrarás algo nuevo.
En definitiva, ¿qué es para mí lo mejor del yoga en Londres respecto a España? Variedad de estilos, una cantidad desbordante de oferta y, sobre todo, flexibilidad de horarios.
Aunque estoy convencida de que el yoga en España es maravilloso, Londres te ofrece tanto que si vas de visita no puedes desaprovechar la oportunidad de probar sus estudios y clases. Anímate a hacerlo y si tienes alguna duda, no dudes en preguntarme, estaré encantada de ayudarte.
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