
Sé que un retrete público es la esterilla de yoga más asquerosa donde jamás hayas podido hacer yoga.
Pero si eres mujer, has hecho utkatasana o la postura de la silla más de una vez y puede que ni te hayas enterado. Durante la Feria de Albacete, he tenido que recurrir tantas veces a mis habilidades yóguicas que hasta he aprendido a querer esta postura.
Puede que ahora tenga que volver a una dieta más vegetariana. O repasar uno a uno cada uno de los kriyas o técnicas de purificación corporal para recuperar, aunque sea, un mínima parte de mi ser de antes de la feria. Pero al menos ahora tengo unos cuádriceps que ya los quisiera Ronaldo para sí…
¿Te ha gustado el post?
¡Comparte o deja un comentario más abajo!
¡Mira otros recursos Yoguineando!