Esta variación de Marjaryasana (postura del gato) es un alivio para las rodillas sensibles al levantarlas del suelo y un mayor esfuerzo de abdominales y glúteos al tener un punto menos de apoyo. Se trata de un estiramiento maravilloso para toda la espalda y el cuello.
Tu columna te lo agradecerá.
Te enfrentarás «cara a cara» con tus pechos, ¿qué relación tienes con ellos? Quiérelos incondicionalmente, sea cual sea tu forma, tamaño y color.
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