No es raro que los nuevos practicantes me pregunten constantemente “¿Por qué, si el yoga es tan bueno y maravilloso, no solo NO me quita los dolores de cervicales sino que me los agrava?”
El yoga es MUY bueno, pero solo si se practica bien. Por eso en Yoguineando tenemos obsesión por enseñar yoga de forma fácil y sencilla, para evitar lesiones y que puedas practicar feliz y sano por siempre jamás. Sin embargo, no siempre es fácil y sencillo explicar ciertos movimientos en el cuerpo. ¡Vamos a ver si lo conseguimos en este post!
Una postura de yoga que hacemos mil quinientas veces en clase, que aguantamos durante lo que se hacen un calvario de infinitas respiraciones yóguicas para individuos inmortales, es adho mukha svanasana o el perro mirando hacia abajo.
Es una postura maravillosa peeeero, si no la haces bien, acaba cascándote un dolor suave pero perenne en el cuello que se extiende hacia los hombros.
Sí, sí, yo tampoco lo hubiera pensado nunca. Hasta que, año tras año y clase tras clase veía que a todos aquellos que les aquejaba un dolor en la zona ejecutaban adho mukha svanasana como en la viñeta (la situación de la izquierda).

¿Te gustaría no tener que preguntarte lo que haces mal en cada momento, en cada postura y dejar de practicar yoga con miedo? Si quieres tener las claves para practicar de forma segura, hazte con el Manual Digital Cómo Evitar Lesiones en Yoga. No solo aclarará todas tus dudas sino que te revelará errores en posturas que pensabas que hacías bien. ¡Todos los secretos de una práctica segura los tienes aquí!

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Conoce los secretos de una práctica segura.
Ser constante es imprescindible para recibir los beneficios de la práctica del yoga. Sin embargo, las lesiones son un alto en el camino que interrumpen nuestro progreso e, incluso, nos hacen retroceder.
Con este libro sabrás qué tienes que hacer para llevar a cabo una práctica segura evitando no solo el dolor, también molestias y posibles lesiones.
La forma de solucionar el “problema tortuga” en adho mukha svanasana es tratar de alejar los hombros de las orejas en primer lugar, separando los hombros lo que se pueda, alargando así los trapecios. Luego vamos a intentar que el cuello se quede relajado, dejando que la cabeza cuelgue cual atrapasueños. Y con los brazos vamos a intentar estirar los codos y hacer una rotación externa de los bíceps para crear ese espacio en las cervicales y evitar el cuello tortuga. Mucha gente no sabe qué es la rotación externa. Es básicamente estar atento a dónde miran los bíceps. Si miran hacia abajo, tendremos la posición del chico de la izquierda, con las contraindicaciones que supone. Si los bíceps se miran entre sí o miran hacia el delante, tendremos la situación de la derecha con los beneficios que supone. También es importante que tus manos estén bien enraizadas, para eso aprende cómo colocarlas con este post.
Lo que sucede en esta viñeta es muy común sobre todo en nuestras primeras prácticas. Estamos tan ocupados tratando de realizar la postura, que creamos tensión en los trapecios acercando los hombros a las orejas inconscientemente. Es como cuando estás en la oficina trabajando frente al ordenador, estás tan concentrado en que tu jefe no te pille buscando vuelos baratos, que sin querer los hombros se van subiendo hacia la cabeza, contracturando trapecios y cervicales. Por experiencia propia sé que esto puede causar tantísima tensión en esta zona que puede provocar un pequeño pinzamiento en los nervios del cuello y causar vértigos. Créeme que no mola nada.
Si tienes tendencia a acumular tensión en la parte alta de la espalda y en el cuello, te invito a que realices esta sesión de yoga dinámico multinivel enfocada en abrir pecho y hombros con la postura del rey de los bailarines. Estoy segura de que sentirás esa zona mucho más descargada después.
¡Espero que te haya ayudado!
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Om shanti shanti requeteshanti
Julia
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8 comentarios en “Por qué se me tensa el cuello cuando practico yoga”
Y tanto que lo carga… a veces haciendo la asana he notado que incluso la cabeza estuviese a punto de estallar! Llevo desde mayo con el cuello tocado, debido al teletrabajo, tantas horas frente al ordenador. Empecé a hacer yoga en abril. ¡Ha sido todo un descubrimiento! En mayo me animé a seguir unas clases en instagram de vinyasa flow que aún me enganchó más a esta práctica. Pero un día me levanté sin poder mover el cuello. Después de una semana, tuve que ir dos veces al fisio por la tensión y dolor que tenía.
Me mejoró mucho, pero tuve que dejar de hacer yoga durante unas semanas. Aún pensaba que se debía sólo al teletrabajo, pero cuando volví a practicar, después de alguna clase notaba el cuello tenso otra vez. De hecho, aún tengo el cuello bastante tocado, incluso en una almohada noto que se me carga en ciertas posturas, o en el propio sofá.
Por eso me decidí a comprar el manual de cómo prevenir lesiones. Me he dado cuenta de que por muy divertido que pueda ser el yoga más dinámico, sin un profesor que te corrija y sin un buen control de las asanas, acabas hecho polvo. Y eso que me he intentado informar mucho sobre esta practica investigando en diferentes webs, profesores etc.
Y lo que me acuerdo, cuando empecé, de lo duro que se me hacía chaturanga… le decía a mi pareja, “esto es dificilísimo, no tengo fuerza en los brazos”. Cuando leí tu recomendación de hacerla una vez adquirida cierta fuerza, lo entendí. No es una asana para principiantes.
Poco a poco estoy intentando corregir ciertas asanas para evitar este dolor, haciendo una práctica de yoga más tranquila, donde me da tiempo de intentar alinear bien el cuerpo y escucharlo, para saber qué me va bien y qué no. Por ejemplo, en las torsiones, ahora también me cuesta más dirigir la mirada hacia la mano, por encima del hombro… ¡parece que se me haya puesto un tope!
Si tuvieses algún consejo más, te lo agradecería muchísimo, ya que me sienta fatal no poder practicar tanto como quiero por este problema.
¡Un saludo y gracias por tus consejos!
Hola Ane, muchísimas gracias por tu mensaje, por tu aportación y por adquirir el manual.
Te leo y me veo a mí hace años y a muchos alumnos.
Mi único consejo es que trates, en cada sesión, de desarrollar la conciencia corporal al máximo posible. El problema es que cuando teletrabajamos o cuando hacemos yoga estamos pendiente de otra cosa que no es nuestro cuerpo o respiración. Cuando teletrabajamos estamos pendiende del email que estamos mandando, cuando hacemos yoga estamos pendientes de que nos salga la postura y punto. Pero sin querer vamos tensionando músculos que no tienen por qué estar tensos pero no es más que una respuesta física a un estado emocional (preocupación o concentración excesiva sin poner conciencia a lo que se está haciendo, “sin estar en lo que tienes que estar”). Por lo tanto, no es culpa del teletrabajo, ni del yoga dinámico, ni del yoga en general. Al contrario, gracias a esta práctica nos damos cuenta del dolor que nos autogeneramos por no estar presentes.
Por lo tanto, insisto, mi único consejo es practicar MÁS pero cada vez que lo hagas, hacerlo con CONCIENCIA y preguntarte cada ratito “¿Cómo es mi respiración?¿cómo se siente mi cuerpo aquí? ¿hay algún punto de tensión que no deba de estar ahí?” Al hacer esto te darás cuenta más de una vez que tus hombros están más cerca de tus orejas de lo que deberían, que tu respiración está entrecortada o no fluye y lo podrás cambiar. Al cambiarlo, los dolores desaparecerán y obtendrás los ansiados beneficios del yoga.
Espero haberte ayudado Ane y haber sido clara, cualquier duda aquí me tienes. Un besazo
Hola , es un gustazo seguir tus posts,muy ilustrativos a la par que amenos .
Disfruta de las vacas y carga pilas que nos vendrá muy bien atod@s.
Muchas gracias, Mikel! Las he disfrutado mucho y me ha alegra un montón leer tu mensaje a mi vuelta. Un abrazo
Maravillosos tus consejos! Mil gracias
Gracias, David 🙂 Un abrazo
Hola…acabo de ver tu publicación por primera vez y me gusta lo que veo. En estos días, estoy pensando dejar de practicar yoga, porque tengo una patología cervical y me empeoro después de las clases. Intento practicar con conciencia pero, aún así, el dolor en el cuello y en los hombros me acompaña siempre. Me entristece plantearme esta decisión porque me encanta el yoga. Compraré tu libro, a ver si haciendo las posturas de forma individualizada, puedo seguir practicando de otra forma. Muchas gracias!!!
Hola Charo, me entristece muchísimo leer eso… Creo firmemente que no debes dejar de practicar yoga. Sí que debes de dejar de hacer el estilo de yoga que haces. Pero estoy convencida de que otro estilo de yoga te puede beneficiar. Hay miles de yogas y unos nos pueden perjudicar y otros beneficiar, dependiendo de nuestras circunstancias, limitaciones y necesidades. ¡Te animo a que vayas profe por profe en tu ciudad preguntando ! 😀 Seguro que encuentras las clases que te vengan fenomenal. Un besito y ánimo!