Normalmente, los medios de transporte públicos son lugares inhóspitos para la práctica de yoga. Sin embargo, es cuando más nos ponen a prueba como yoguis. En el autobús, tren o avión.
Ideas para practicar yoga en medios de transporte
- ¿Qué tal intentar aislarte de los sentidos (pratyahara) tratando de no escuchar la conversación de los de detrás, olerle el bocadillo recién hecho del de delante o sentir que tu pie entra en contacto con el del desconocido de al lado? ¡Todo un reto!
- ¿Por qué no trabajar la concentración (dharana) dharana (concentración) sobre algo en concreto, como el chicle pegado en el suelo, la coronilla del conductor o sobre ti mismo (el espacio que ocupas, la distribución de tu peso en el asiento, etc.)?
- ¿Y si le das una oportunidad a la meditación (dhyana)? Eso sí, ponte la alarma para que no se te pase la parada, enfúndate los auriculares con música relajante o una meditación guiada, agarra bien el bolso, por si acaso, y ¡a meditar!

Si lo que te apetece es el yoga de las posturas, el transporte público suele tener el mismo espacio que una sala de yoga en la India. Es decir, ninguno. Pero algo se puede hacer. Para los más tímidos, lo mejor es sentarse y hacer círculos con los tobillos, estirar los pies en punta y flex, y hacer lo mismo con las muñecas. También puedes realizar los estiramientos de cuello y espalda alta que te comentaba en el post de yoga en el trabajo sentado.
Los más atrevidos pueden hacer como mi amiga Ana y yo cuando volvíamos del trabajo en el metromover de Miami. Nos colocábamos de pie en medio del vagón, piernas separadas y, sin agarrarnos a nada, tratábamos de mantener el equilibrio durante el trayecto. Entonces, aún no había descubierto el yoga y decíamos estar surfeando, pero para el caso es lo mismo. Se trata de mantener toda tu atención en tu peso sobre los pies y cómo el mene-mene del vagón te intenta sacar de tu centro (¡y tú tienes que volver a él!). Además, trabajas piernas y suelo pélvico que da gusto.
El yoga que debes evitar de viaje
Por último, en un espacio público cerrado, te recomiendo evitar los ejercicios de pranayama, no solo para que no se escandalice tu glándula pituitaria, sino también por no asustar al personal con ejercicios como kapalabhati y que puedan pensar que te está dando algo.
¡Espero que te hayan gustado estos consejos! Este post está sacado de mi libro El hábito hace al yogui, donde tienes infinidad de consejos para incorporar el yoga a tu vida diaria de forma fácil y divertida, ¡un yoga adaptable para disfrutar de la vida!
Om shanti shanti requeteshanti
Julia
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6 comentarios en “Cómo practicar yoga en el transporte público”
Jaja q post más divertido, muchas gracias por tu gran ayuda. SAT Nam!! From near Móstoles
Gracias a ti, Jesús! Un abrazo
Qué buena esa meditación en público.Yo lo llevo intentando hace años…y ahí sigo😹, probando. Me encantó el pratyahara👏🏾👏🏾👏🏾…y el “surf” yógico😉
jejej gracias Pilar, hermosa!
Que interesante, gracias por la ayuda!! Yo ya tengo los 2 libros y estoy feliz. Bueno, todavía no los recojo, los tiene mi prima. Se los encargué cuando fue a España. Así que súper feliz!!!! 🥰🥰🥰🙏🙏 ya empezaré a leerlos.
Besitos.
¡Qué ilusión, Mónica!
Ya me contarás qué te parecen. Espero ansiosa tu feedback.
Mil gracias por tu apoyo. Te mando un beso enorme