Los bandhas se traducen como ‘llaves’ que abren y cierran puertas de nuestro cuerpo astral para dejar pasar o encerrar la energía. Al confinar la fuerza vital o prana en un momento dado, estimulamos el cuerpo y creamos una llave en concreto, con el fin de promover siempre el despertar de kundalini.
Una forma de entender esta práctica fácilmente es comparando los bandhas con las aduanas en las zonas fronterizas. Su misión es la de controlar la circulación de personas y de mercancías, impidiendo que pasen la frontera aquellas personas o sustancias nocivas para la salud pública. Así, los bandhas son acciones musculares que, al activarse y cerrarse, dirigen el prana hacia las zonas donde las toxinas bloquean el flujo de energía y que, en cambio, cuando se abren, la dejan circular libremente.

Hay cuatro bandhas diferentes, aunque realmente se tengan en consideración solo tres. Mula bandha es la llave del suelo pélvico y el ano, uddiyana bandha es la llave de la zona abdominal y del diafragma, y jalandhara bandha es la llave del cuello y la garganta. El cuarto es maha bandha, que consiste en una combinación de los tres anteriores, activándolos a la vez. ¡Como si fuera fácil realizar uno solo! Ahí te las apañes.
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12 comentarios en “Ciclo espiritualidad: los bandhas (capítulo 3)”
QUIERO MÁS!! jijijii
genial como siempre, Julia, Muchas gracias por hacer que sea más cercano este maraviloso mundo del yoga
¡Gracias a ti, Maitane! Por esas maravillosas palabras.
Un abrazo enorme
Muy útil !! Genial !! Espero poder explicarlos a mis alumnas y q logren entenderlos !! Gracias
Muchas gracias, Paola, estoy segura de que sí. Un abrazo muy grande
Me encanta lo bien que lo explicas
¡Muchas gracias, Rosa! Te mando un abrazo grande grande
Gracias por la información recibida.
Satnam🙏
Gracias a ti por tu comentario! Muchos abrazos 🙂
Soy profe de yoga desde hace 10 años , masahisya y osteópata y me siento muy identificada contigo, soy una profe cercana, que a veces estoy tan rígida que necesito alumnos avanzados para explicar😌, que me enfado con mis hijas y mi marido (hasta sin razón) que como carne y que no me levanto al Alba a meditar y practicar a diario. No, a veces me avergonzaba de ciertas conductas en mi vida, por ser “profe de yoga” pero tan maravilloso es este mundo en el que aprendo y crezco cada día más, que ya me acepto como soy y creo que soy buena profesional aunque haya chascarrillos puntuales en mis clases que hacen que los alumnos se rían para entender ciertas cosas que a veces me cuesta explicar. Enhorabuena por tu trabajo. Te comentaré qué me ha parecido tu libro. Saludos.🤗🙏
Me encanta tu punto de vista Lilianne 🙂 Pienso como tú. Muchas gracias por tu comentario. Te abrazo muy fuerte. Sí, porfa, ya me contarás qué te parece el libro. Muak!
Eres una de las mejores cosas que le ha pasado al yoga! Lo haces tan divertido y sencillo de entender que muchos dejan el miedo y se atreven a acercarse a esta filosofía tan beneficiosa! Gracias mil❤️
Ay Sonia es lo más bonito que me han dicho nunca, GRACIAS! Me has alegrado ya todo 2019 😉 Un besazo enorme