Al final de una clase de yoga todos adoptamos la misma posición, savasana o postura del cadáver, para asimilar todas las posturas realizadas con anterioridad y darle al cuerpo y a la mente la oportunidad de relajarse, recibiendo así todos los beneficios del yoga.
Sin embargo, esta postura despierta emociones muy diversas en los practicantes. Está aquel que no encuentra nunca la postura y no para de moverse, aquel al que le da un ataque de tos y lo pasa fatal… pero, los tipos más comunes son los siguientes:
- MARI AGRADECIMIENTOS: Aquella persona que sabe para qué sirve savasana, por qué la practicamos y la aprovecha al máximo, dando gracias cada vez que llega y poniendo toda su atención para relajarse conscientemente. Su felicidad se ve truncada cuando el profesor anuncia el final de la relajación y siempre espera que se arrepienta y les conceda unos minutos de gracia. Nunca sucede y se promete a sí misma que la próxima vez le cundirá más.
- MARI ANSIAS O MARI NERVIOS: Aquella persona que ama el ashtanga, el vinyasa flow, power flow, rocket o cualquier estilo que le haga sudar, llevar el corazón a mil y le desafíe a conseguir mantener el aliento sin desfallecer. Sin embargo, le cuesta volver a la calma. Eso significa enfrentarse con sus pensamientos, o peor, con el silencio. «¿Qué hago yo parado pudiendo estar moviéndome?». Algunos hacen un esfuerzo por ver qué es eso de la relajación, otros repasan la lista de la compra, situaciones pasadas o prevén el futuro. Pero todos los Mari Ansias está deseando salir de savasana.
- JOSE RONQUIDOS: Aquella persona que entra en coma en cuanto oye al profesor decir «ahora nos preparamos para savasana». Concibe esta postura como la siesta yogui por excelencia y no se la salta nunca, por más que intente mantenerse despierto. Se relaja hasta tal punto que no necesita manta, ni ajustes, ni relajación guiada. A veces hasta sueña, se le cae la cara hacia un lado y babea. En las primeras clases, cuando el profesor indicaba «volvemos poco a poco…» pega un brinco y se medio avergonzaba. Ahora solo se despierta cuando encienden las luces.
Y tú, ¿qué tipo de savasanero eres? Deja tu comentario más abajo 🙂
Viñeta publicada en el número de marzo de 2019 de la revista Yoga Journal España.
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29 comentarios en “3 tipos de personas en savasana”
Mari Ansias, presente. Desconectar es una batalla continua contra el suelo jajaja
jajaja Hola Mari Ansias 🙂
Cuando empece a hacer yoga era Mari ansias, no era capaz de calmarme y la mente iba a mil por hora. Pero ahora que ya llevo un tiempo haciendo yoga, soy Mari agradecimientos, es maravilloso y no quiero volver de la relajación de lo a gusto que estoy. Con esto no quiero decir que mi mente se haya calmado, esto es más complicado, pero consigo relajarme, que en los tiempos que vivimos ya es bastante logro.
Namaste
Patry.
Wow, Patry, me alegro de que hayas pasado de Mari Ansias a Mari Agradecimientos, qué buena noticia 😀
Considero que soy del primer tipo. Sólo gracias, gracias, gracias
Qué bien Mercedes 🙂 Gracias por tu comentario 😀
jajajaja… tengo una mezcla entre Mariagradecimientos… y Mariansias… aunque también Mariaparecidos… que alguna experiencia he tenido… o creído tener !! vayaaaaa telaaaaa !!
jajaja ¿¿no me digas?? ¡Qué chulo! ¿no?
Mariagradecimientos son ninguna duda, aunq me resulta dificilísimo apartar pensamientos ajenos pero cada día lo sigo intentando y prometiendome hacerlo mejor cada clase. Me encanta😙
Es que savasana es genial 🙂 Cuesta pero cuando consigues relajarte conscientemente es como subir al cielo 🙂
Ni cuerpo se relaja pero mi mente se vuelve loca y empieza a pensar en todo mezclando unas cosas con otras.
¡Típico! Poco a poco…;)
Jaja alguna de esas he sido jaja ahora en mis clases hay de todos , es la mas dificil al enfrentarse a si mismo el practicante aparrece el mono loco saltando y ese el comienzo del conocimiento del funcionamiento de su mente mono
Graciaa julia 😉😉
jajaja ¡vaya con el mono! Un beso Carmen
Jaja, yo afortunadamente mariagradecida
¡Qué bien, Ana!
Como siempre tan buenos tus artículos y con ese humor tan lindo!!! Y te diré que tengo un poco de tres…😄
Gracias a ti, Nora 🙂 Me alegra que te guste. Un besazo!
Jajajajajajaja, quien no haya pasado por cada uno de los tres tipos que tire la primera manta !!
jajajaja ¡o el primer bloque! Bueno, no, mejor la manta que no hace daño 😉
Entiendo a Marigradecimientos, salir de ese estado con lo bien que se está, es pain in the ass ! Y Jose ronquidos?? Ya se podia llamar Pedro, a ver que pasa!!😅😅. Facil quedarse en coma😂 como él . Buenas definiciones, queremos mas!!😉
jajaja gracias Jose por tu comentario, haré más, sin duda! Siempre me motivais a seguir
Estoy en la línea de JOSE RONQUIDOS, aunque ni ronquidos ni sobresaltos, me relajo, a veces dormito 3 o 4 minutos y me levanto tranquilamente sin sobresaltos ni intranquilidad por haberme dormido, tampoco me afecta el comentario de «hoy te has dormido»
Gracias
Jajaja me parece genial que no te afecte ese comentario, no debería hacerlo. Es mejor si no te duermes pero, si lo haces, ¡disfrútalo! Un abrazo Jose
Jajajajaja me encanta este post, pues yo soy de los tres tipos según el día que me pille 😛
Y de la clase… si es dura, acabamos todos como Jose Ronquidos 😛
Mari agradecimiento hasta que me toca un José ronquidos al lado y me destroza la clase y la relajación. No sé que hacer cuando me toca y hasta salgo enfadada al final.
Ana, no eres la única a la que le pasa… habla con tu profesor, pero igualmente él/élla solo podrá advertir a jose ronquidos de que eso está feo, pero no podrá hacer nada más. Aislarse de los sentidos es otra rama del yoga además de un gran desafío. Mucha suerte y ánimo. Besos
Mariagradecida por aquí también!!!!